martes, agosto 16, 2005

1992: SEGUNDA PARTE

Mi madre, mis bolsos y yo llegamos a Valdivia con la primera misión de encontrar un lugar donde vivir. Recorrimos de punta a cabo la ciudad. ¡que manera de caminar!, parecíamos Kung-Fu. Había tantos lugares para vivir, de todos los precios y, por supuesto, en diferentes condiciones. Podías arrendar una pieza dentro de una casa o fuera de ella, tomar pensión completa o media, arrendar una cabaña o, si los medios lo permitían, tirarte a un departamento. Entre tanto ir y venir, llegamos a un cruce de calles, “Baquedano con Pedro Montt”. Ahí, en prácticamente la esquina, estaba la pensión sin nombre. Entramos, nos atendió la dueña, nos mostró las piezas, que solo eran 2, hablo las clásicas patrañas que convertían a su pensión en la mejor de Valdivia y finalmente llego al punto importante…cuanto…$40.000 al mes, pensión completa, derecho a lavadora, secadora, agua caliente, etc. Lo conversamos con mi madre y finalmente decidimos que ese sería el lugar en donde residiría en mi primer año en la universidad.

La señora se llamaba Norma, casada, su marido sin duda también tenía un nombre, pero para mi y seguramente para todos quienes lo conocieron, fue, es y será Don Tato. La casa era una verdadera curiosidad. Era de 2 pisos, estaba construida en una depresión del terreno, algo así como hacer un hoyo y poner una casa dentro, por lo que uno ingresaba a la casa por el segundo piso, por que era éste el que daba a la calle.

Cuando aceptamos el lugar, ya había un pensionista, el cual había llegado hacia 2 días. Como la señora Norma esperaba a una mujer para la semana siguiente, nos acomodo a los 2 en la misma pieza, que constaba de un camarote, ropero, velador y una mesa. Sin problemas nos acomodamos, puse mis cosas en el ropero, mis zapatos en el velador y me tocó la cama de arriba, lo que me parecía fantástico. No llegue a conocer bien a mi compañero de cuarto, sino cuando mi madre regreso a Santiago, dos días después.

Dios en su indiscutible sabiduría me consiguió un compañero de cuarto de lo más dispar. Puso a un fumador, aspirante a guitarrista sin guitarra, noctámbulo y amante del carrete con un no fumador, bebedor más que moderado, popero-romántico, hijo de marinero y poco conversador. Yo tenía un póster de Deep Purple y era mi único adorno, él pego fotos de su familia y de su polola. Su nombre era Rodrigo, pero en un símil con el dueño de casa, será recordado por y para siempre como “pelado”, era su primer año en Ingeniería Naval. No llegamos a ser amigos-amigos, cosa que quedo clarísima cuando me fui de la pensión y no lo volví a ver. Pero tuvimos nuestros momentos. Recuerdo un día en que llegue de dar un examen, en el cual ya sabía que había fracasado miserablemente. Preguntó como me fue y le respondí algo así: “Sobresaliente, me van a nombrar Decano de Ingeniería a fin de año”…se destornillo de la risa y eso fue una verdadera sorpresa…no pude menos que comenzar a reír con él y durante todo el día estuvimos riendo. Al pelado no le había ido mejor y cuando uno encuentra una válvula para escapar de esas cosas, se aferra con dientes y uñas…la risa y la música cumplen de buena manera.

Poco tiempo después llego la primera mujer a la pensión. Yo estaba encantado, primero por que era bastante hermosa y segundo, representaba una alternativa de charla, cosa que el pelado simplemente no era. Su nombre es ALICIA VERA, de Puerto Montt, venía a su primer año de Licenciatura en Ingles y desde un primer momento hicimos buenas migas. Nos quedábamos conversando hasta tarde, lo que obligaba a la señora Norma a levantarse y mandarnos a acostar (ese sería mi primer problema en esa casa).

La Alicia tenía un grupo de compañeras en su carrera, cada una muy bonita, que de vez en cuando pasaban por la pensión, ya sea para estudiar o simplemente para cotorrear. Así, poco a poco, fui conociendo a la Alejandra Gómez (Jana), Marisol Salas, Pilar Leal y a la Maria Isabel. La Pilar se traslado desde la pensión donde estaba, alojándose en la pieza con la Alicia…el pelado y yo llegamos a discutir seriamente la posibilidad de hacer algún hoyito para “cuartear”, pero nunca llevamos a cabo la proeza. Ya que éramos 4, comenzó una buena época para la pensión…al menos a lo que a sus pensionistas se refiere. Nos quedábamos en alguna de las piezas con un contrabando de cervezas, conversando, riendo, pasándolo bien en definitiva.

Estuve todo el año en la pensión, en ella comencé a pololear con la Pilar, salve el año a fuerza de estudio, pero ya estaba cabreado, necesitaba un cambio y apareció la oportunidad de irme a la casa de mi mejor amigo, Cristian “Gato” Rebolledo…no me lo pensé mucho…adiós señora Norma y Don Tato, pero eso es 1993.
nota: se me hace que está serieva durar un rato...unas 6 partes...jajaja
PALOMO

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Nuevamente me sorprendes mamon...yo que creia que con suerte eras cartonero, ahora me entero que fuiste a la austral...saludos hermano

12:13 a. m., agosto 17, 2005  

Publicar un comentario

<< Home

El Foro en Español de la mejor banda de todos los tiempos. Además puedes compartir tu opinión sobre otras bandas: Rainbow, Whitesnake, IGB, Black Sabbath, Led Zeppelin, etc...sumate a la mayor comunidad de habla hispana dedicada a DEEP PURPLE.